En la última ronda del Torneo Karpov, en Poikovsky hubo mucha emoción. Aunque Jakovenko inalmente se aseguró la victoria del torneo mediante unas tablas sin sangre contra Wang Yue y la partida entre Bruzón y Motylev prácticamente ni tuvo lugar, los demás encuentros fueron sumamente interesantes. Bologan y Short plantearon un duelo fascinante en la Francesa. El inglés luchó muy duro por sacar ventaja, pero no le bastó para ganar. Ponomariov también se mostró ambicioso contra Rublevsky y obtuvo un peón de ventaja en un final de caballos que a la postre le brindó la victoria. Así Ruslan ocupó el segundo lugar. En la clausura del torneo estuvo presente la estrella cuyo nombre lleva la prueba.
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