Samir Samadov tenía un tumor cerebral y un único deseo: protagonizar su propia película y convertirse en superhéroe. A los diez años, el chaval debe seguir luchando por sobrevivir con ayuda de la quimioterapia, después de haber sufrido una operación y de recibir sesiones de radioterapia durante seis semanas. El deseo, sin embargo, ha quedado más que cumplido. No puede sentirse más orgulloso de su obra, «Jaque mate». Ahora sueña con ser campeón del mundo de ajedrez y con ayudar a otros niños enfermos.
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NO ES NECESARIAMENTE UN JUEGO PARA VIEJOS
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«No es necesariamente un juego para viejos». Es el encabezamiento de esta
imagen, proveniente de un libro de la década de los años 50, que ha salido
a s...
Hace 8 horas.
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