A más de un lustro de su retiro profesional, ruso Garry Kasparov, de 48 años, todavía arrastra voluntades, cada visita al país concentra la atención de los expertos y entendidos. Ya no realiza jugadas magistrales frente al tablero, pero su voz, firme, convence con la fe de un predicador. En su 5ª visita al país, pasó 48 horas hablando y promocionando el ajedrez. Su mayor pasión.
"Mi regreso a la Argentina se trató de una devolución de favores al gobernador Daniel Scioli, que me invitó el año pasado y ayudó mucho en la causa que llevábamos con Anatoly Karpov para cambiar la dirigencia de la FIDE", dijo Kasparov, uno de los mejores ajedrecista de la historia, a Canchallena durante una charla en el lobby del hotel Four Seasons. Y agregó, "pero lo realmente positivo ha sido que Scioli como político cumplió con lo prometido, el impulso del ajedrez en la provincia de Buenos Aires, el avance del ajedrez escolar y la inauguración de nuevos espacios para su práctica".
No hay comentarios. :
Publicar un comentario