Cuando el Dr. Tarrasch en el libro del torneo comentó la partida que sigue, jamás pensó que las blancas terminarían imponiéndose.
Sin embargo no será la última vez que situaciones parecidas se den sobre el tablero. Lo cierto es que cuando se arriesga demasiado, a veces se termina pagando en exceso el espíritu aventurero.
Pero los ajedrecistas de la superélite actual deberían darse cuenta que sus emolumentos subirían como la espuma (!?) si hacen todo lo posible (unos con otros) para huir de las tablas aburridas. El cotejo al que nos referimos corresponde al de la antepenúltima ronda del Torneo Internacional de Nuremberg de 1896 que hoy, por fin, retomamos.
Los protagonistas fueron Harry Nelson Pillsbury (USA) y Emil Schallopp (Alemania)- Ver foto -Angel Jiménez Arteaga
http://www.ajedreztenerife.com
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