Después de su victoria sobre Pilnik en la undécima ronda, Fischer descansaría.
Para aquellos “jabatos” del tablero que luchaban en todas sus partidas, los descansos eran necesarios y merecidos.
En la ronda siguiente la victoria del joven Bobby (16 años) sobre Rossetto daría la vuelta al mundo con un fantástico tema de “Zugzwang” que hizo que el propio Fischer lo comentase para la posteridad en su famoso libro “Mis 60 partidas memorables”.
Los curiosos también la pueden seguir en los libros de Soltis y Schiller sobre Bobby.
La decimotercera ronda significó un triunfo más o menos fácil del enfant terrible sobre Bernardo Wexler que era el campeón argentino de aquel año.
Bobby quería a toda costa obtener el primer premio y faltaban dos rondas.
Por ello, dispuso en un complejo final de torres y alfiles de Jacobo Bolbochán, un experto precisamente en aquel campo del final de partida.
Los que deseen ver las peripecias de Bobby en aquel cotejo, pueden hacerlo viendo los análisis de Soltis, Euwe o Braga (con Ilardo y Minzer) en sus respectivos volúmenes dedicados al genio.Nosotros, hemos querido seleccionar una partida menos conocida y es la de la última ronda.
Fue muy disputada. Hubieron nervios, imprecisiones, graves errores, pero al final resultó ser un bello empate, con jaque continuo.
Fischer, con negras, quería la victoria contra el reputado GM serbio Borislav Ivkov. Pasó de estar perdido (¡por ataque!) a estar ganado en la posición final resultante. Pero omitió un interesante golpe y se tuvo que conformar con un “angustioso” empate.
Esas tablas nos siguen gustando mucho más a los grandes aficionados que las que se suelen dar hoy en día (sin lucha) en los torneos de la super-élite mundial.
La clasificación final del certamen quedaría pues como sigue:
http://www.ajedreztenerife.com
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